Protección a Personas

Son funciones de los escoltas privados el acompañamiento, defensa y protección de personas determinadas, o de grupos concretos de personas, impidiendo que sean objeto de agresiones o actos delictivos.

Cuando alguien reclama este tipo de servicio normalmente se debe a que se encuentra realmente amenazado o en peligro.

Para nadie es agradable tener que llevar una persona a su lado constantemente, pero cuando se hace necesario es importante que se haga con discreción y eficacia, dando al protegido la máxima sensación de  intimidad sin disminuir lo más mínimo la protección.

Para poder realizar este tipo de servicio, es necesario poseer el título de vigilante de seguridad, título de escolta privado, la correspondiente licencia de armas, y por supuesto el permiso del Ministerio del Interior. Todo esto desde el punto de vista legal, pero cualidades como mente fría, capacidad de anticipación, discreción, inteligencia, imagen, y sobre todo la formación son  muy importantes para conseguir que la persona protegida se sienta cómoda.