Somos conscientes de que las personas que se encuentran en un centro hospitalario, así como los visitantes y familiares de los internos, se encuentran bajo los efectos de unas condiciones psicológicas especiales.
Por este motivo el personal que se dirige a estos enfermos y visitantes, debe ser alguien con imagen afable y comprensivo con los problemas de los demás, al mismo tiempo que debe disponer de la formación adecuada para imponer el orden en situaciones de conflicto.