Aunque se trata de situaciones que se suelen pasar por alto, a causa de su relativa baja frecuencia, los actos de desorden público representan un riesgo significativo para las empresas. Y pueden afectar a las de todos los tamaños, desde pequeñas tiendas locales hasta corporaciones multinacionales.
Y es que, los sucesos que podemos considerar que entran dentro de esta denominación toman muchas formas, incluyendo protestas, disturbios o manifestaciones con violencia. Además, pueden estar causados por una variedad de factores que resultan difíciles de prever, incluyendo problemas políticos, económicos y sociales. Pero también por la escalada de otro tipo de circunstancias más puntuales, como pueden ser los eventos deportivos.
Así, para las empresas, el desorden público puede acarrear diversos perjuicios para sus operaciones, incluyendo daños a la propiedad, interrupción de cadenas de suministro o pérdida de ingresos. En casos extremos, estos actos pueden llevar incluso al cierre permanente de un negocio.
Por tanto, como propietario o gerente de una organización, es importante entender los posibles riesgos del desorden público y tomar medidas para mitigarlos. Para lograr ese objetivo, es aconsejable adoptar un enfoque proactivo, para evaluar y manejar estos riesgos de forma anticipada. A continuación analizamos algunas estrategias que nos serán de utilidad para enfrentarnos a este reto:
Realizar una evaluación de riesgos
De forma constante, resulta conveniente realizar una evaluación completa de riesgos para identificar posibles fuentes de desorden público. Y también analizar la probabilidad y el impacto potencial de estos eventos en sus operaciones. Esto ayudará a sus responsables a desarrollar estrategias apropiadas para mitigar los riesgos.
Desarrollar un plan de contingencia
Tras evaluar los riesgos, el siguiente paso consiste en desarrollar un plan de contingencia que describa acciones específicas frente a los diversos casos de desorden público. Esto puede incluir medidas como asegurar las instalaciones, evacuar al personal o clausurar las operaciones hasta que la situación se haya resuelto.
Mantener la comunicación
Las empresas deberían mantener líneas abiertas de comunicación con los empleados, clientes y otras partes interesadas para mantenerlos informados sobre cualquier riesgo potencial. Además de anunciar las medidas que la empresa está tomando para abordarlos. Esto puede ayudar a reducir la ansiedad y construir la confianza con su entorno.
Asegurar al personal y las instalaciones
Para llevar a la práctica ese plan, resulta necesario contar con las herramientas necesarias. Esto supone tomar medidas para asegurar las instalaciones y el personal que las utiliza, de cara a evitar daños o robos durante un posible desorden público. Las opciones disponibles son variadas según nuestras necesidades, esto puede incluir desde instalar cámaras de seguridad, fortalecer cerraduras y puertas hasta contratar vigilantes de seguridad.
Proteger los datos e información digital
Además de los elementos materiales, también deberíamos tomar medidas para asegurar nuestros datos e información digital, algo que igualmente podemos lamentar perder. Estas pueden incluir la realización periódica de copias de seguridad, asegurar los propios sistemas informáticos o desarrollar planes de contingencia para poder acceder a los datos incluso sin tener acceso a los terminales; por ejemplo con soluciones en la nube.
Mantenerse informado
Finalmente, las organizaciones deberían mantenerse al tanto sobre la actualidad diaria relacionada con su área. Esto se puede hacer a través de las redes sociales, los medios de comunicación y otras fuentes de información.
En definitiva, un enfoque proactivo que nos permita adelantarnos a los posibles riesgos será de gran ayuda para evitar las consecuencias de estas eventualidades. Al realizar una evaluación de riesgos, desarrollar un plan de contingencia, mantener vías de comunicación, asegurar nuestras instalaciones y datos así como mantenernos informados, las empresas podemos mitigar el impacto del desorden público en nuestras operaciones.