Los sistemas de seguridad han evolucionado considerablemente en los últimos años, y lo siguen haciendo. Impulsados por el desarrollo de nuevas tecnologías, vemos cómo han surgido múltiples herramientas que consiguen multiplicar la eficacia de la labor de los profesionales del sector, mejorando sus capacidades de vigilancia, prevención y respuesta.

Y es que, innovaciones como los drones, la biometría o la inteligencia artificial (IA) se integran en los sistemas más tradicionales de seguridad para hacerlos más ágiles; y también para facilitar la gestión de riesgos en entornos complejos.

Estos complementos potencian la labor de los expertos en seguridad, sumándose a la experiencia y el conocimiento de los equipos especializados. Así, permiten lograr unos niveles de protección integrales al alcance de cualquier tipo de cliente.

¿Cuáles son las aportaciones de estas tecnologías emergentes? ¿Cómo se aplica en el ámbito de la seguridad de empresas y organizaciones? Lo explicamos con detalle a continuación.

Drones de vigilancia

Los drones han pasado a ser una herramienta de apoyo para la vigilancia y supervisión de grandes áreas. Estos dispositivos, equipados con cámaras de alta resolución e incluso sensores de visión nocturna, permiten cubrir zonas extensas de forma rápida y flexible, facilitando el control de instalaciones de difícil acceso, como polígonos industriales, almacenes o grandes complejos empresariales.

Incorporados a un plan de seguridad, permiten aumentar la visibilidad y el alcance de los sistemas de vigilancia tradicionales, ofreciendo una capa adicional. Su despliegue debe estar respaldado por personal cualificado que interprete las imágenes y vídeos en tiempo real, para poder tomar decisiones rápidas si se detectan comportamientos sospechosos.

Biometría para control de acceso

Cuando hablamos del control de accesos, los sistemas biométricos identifican a las personas mediante características únicas, como las huellas dactilares o el reconocimiento facial, resultando más seguros que sistemas como las tarjetas de identificación. De hecho, este tipo de tecnología es cada vez más frecuente en sectores sensibles, como el financiero o el de la salud, donde el control de acceso a áreas específicas es crítico.

Para aprovechar al máximo la biometría, es importante contar con sistemas integrados que se ajusten a las necesidades de cada empresa y que estén acompañados de protocolos de seguridad sólidos. Además, este tipo de sistemas requieren un mantenimiento y ajustes periódicos para asegurar su fiabilidad y precisión.

Biometría para control de acceso

Inteligencia artificial para el análisis de comportamiento

La IA promete revolucionarlo todo. En el ámbito de la seguridad, es capaz de aportar un valor significativo al análisis de videovigilancia, toda vez que permite la detección de patrones y comportamientos inusuales de forma automática y en tiempo real. Por ejemplo, en centros comerciales, el análisis de vídeo puede ayudar a detectar intentos de hurto, mientras que en plantas industriales podría comprobar que el personal cumple con los protocolos de seguridad.

En este sentido, los ámbitos en los que ha visto más recorrido hasta la fecha ha sido, sobre todo, en entornos de alto tránsito, como centros comerciales, grandes oficinas o aeropuertos, donde monitorizar constantemente la actividad de forma manual resulta complejo. En estos casos, la IA ayuda a reducir la carga de trabajo de los vigilantes, pero sigue siendo importante que los datos sean revisados por profesionales, quienes se encargan en última instancia de evaluar el contexto y tomar las decisiones adecuadas.

Sensores de detección avanzados

Los sensores de movimiento e infrarrojos ofrecen una capa adicional de seguridad, especialmente en zonas restringidas o que requieren protección constante. Estos dispositivos detectan el movimiento en áreas sensibles y envían alertas. No se trata de tecnologías recientes, pero lo cierto es que su precisión y sensibilidad han mejorado considerablemente, reduciendo las falsas alarmas y aumentando la eficacia en la detección.

Instalar estos sensores en puntos estratégicos, integrados con los sistemas de alarmas y cámaras, permiten una detección más rápida de los accesos no autorizados. Así, resultan muy adecuados para complementar el trabajo de vigilancia en áreas de gran tamaño o difícil supervisión, como almacenes y fábricas.

En Vettonia integramos estas tecnologías avanzadas con un equipo de profesionales altamente capacitados. Así, ofrecemos soluciones de seguridad completas, adaptadas a las necesidades y características de cada empresa, a las que ayudamos a enfrentarse a un entorno de amenazas cada vez más complejo.

Si quieres saber más detalles, puedes contactar con nuestro equipo de expertos para obtener toda la información sin compromiso a través de nuestra sección de contacto.

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