El desarrollo del «Internet de las cosas» está trayendo a nuestro hogar nuevas tecnologías que intentan hacernos la vida más fácil. Y una de ellas la encontramos en las cerraduras electrónicas inteligentes.
Estos dispositivos reemplazan a los mecanismos de cierre tradicionales de las puertas, y se controlan mediante una conexión Bluetooth o wifi a través de una aplicación para móvil u ordenador. Así, una vez que se conecta la cerradura con la aplicación, podemos abrir o cerrar la puerta de forma remota, sin necesidad de llaves.
¿Son seguras las cerraduras electrónicas?
Dado el uso que tienen –nada menos que el acceso a nuestro hogar o negocio–, la primera preocupación que nos surge como usuarios es la seguridad que ofrecen estos dispositivos.
La seguridad de la propia cerradura es superior en algunos aspectos a la del sistema tradicional. En concreto, como se trata de una tecnología reciente, su apertura es más compleja que la de un bombín con llave. Y a la hora de intentar forzarla, la dificultad es prácticamente la misma en ambos modelos.
En este sentido, ninguna cerradura es infranqueable, por eso resulta conveniente contar con medidas de seguridad adicionales, como pueden ser los sistemas de alarmas.
La seguridad comienza con uno mismo
Volviendo a la comparación entre las cerraduras electrónicas y las habituales, otro aspecto de su seguridad son los factores externos, que dependen más de nosotros mismos que de la propia tecnología.
Como hemos visto, estos dispositivos se conectan a través de la red wifi; entonces, si la propia red no es segura, la cerradura tampoco lo será, por muy avanzada que sea su tecnología. Esto incluye usar una contraseña adecuada y un protocolo de comunicaciones seguro.
Lo mismo ocurre con nuestro teléfono móvil (de cuya seguridad ya hablamos anteriormente), que al final se convierte en la «llave» de las cerraduras inteligentes.
Pero en este sentido, los dispositivos electrónicos no resultan ni más ni menos seguros que la atención que prestemos nosotros. Igual que podemos perder el móvil, también nos olvidamos de la cartera con las llaves, o dejamos una ventana abierta…
¿Funciona una cerradura electrónica sin Internet?
Esta es una de las cuestiones más recurrentes sobre estos dispositivos. Y la respuesta es sí, su diseño está pensado para que puedan seguir usándose aunque se desconecten de la red o haya un corte de luz (a pesar de notorios incidentes, como lo sucedido con los sistemas de Google). Y la conexión a través de Bluetooth no depende de Internet.
Estas cerraduras incorporan baterías para su funcionamiento, y avisan con antelación si el nivel es bajo. Además, varios modelos también incorporan un bombín con una llave habitual, añadiendo la funcionalidad del control remoto al sistema tradicional.
Incluso si tememos quedarnos fuera de casa por no poder usar el teléfono móvil o haberlo perdido, algunos modelos de cerraduras ofrecen la opción de incorporar un teclado numérico.
Ventajas de las cerraduras electrónicas
Ahora que hemos concluido que esta tecnología es, cuanto menos, igual de segura que la tradicional, ¿por qué deberíamos tenerla en cuenta para nuestro hogar o negocio?
Pensemos en algunos ejemplos:
Llegamos cargados/as con la compra y tenemos que sacar las llaves, en vez de eso, la puerta se abre al acercarnos.
Hemos invitado a unos/as amigos/as a casa pero nos vamos a retrasar, podemos mandarles a su teléfono una clave temporal con la que abrir la puerta.
Queremos comprobar que nuestros/as hijos/as han vuelto de clase, basta con consultar el registro de aperturas.
No estamos seguros de haber cerrado al salir, podemos mirarlo en el móvil, o incluso configurar la cerradura para que se cierre automáticamente cuando salimos…
Además de su propia funcionalidad, la interconexión es la razón de ser del ‘Internet de las cosas’. Esto quiere decir que podremos comunicar la cerradura con una cámara de vigilancia, o con el telefonillo… En definitiva, las posibilidades de las cerraduras inteligentes son muy variadas, haciendo honor a su nombre.